Futuro Sustentable entrevistó a Josefina Furlong, Coordinadora de Responsabilidad Social Empresaria en Mercedes-Benz Argentina.
¿Qué significa para vos la
sustentabilidad?
Es una cosa que me apasiona, porque a mí me da mucho orgullo pertenecer a
una empresa en donde el CEO, Roland Zey, hace unos años se paró en frente de
sus colegas de la industria y dijo que la preocupación en las grandes
metrópolis era la cuestión de las emisiones de huellas carbono en los
vehículos, es decir, inversión en nuevas tecnologías que eso ya lo veníamos
haciendo desde hace años, pero también entender el negocio de vuelta como
aquellos que lo hicieron hace 127 años, que fue darle una solución de movilidad
al mundo, que en ese momento era un automóvil. Hoy esa solución en las grandes
ciudades no es el automóvil, porque no entra un auto más, y entendió esto y se
está convenciendo a los que integran a la corporación, que lo ven como un
concepto alocado, al punto de que se está desarrollando un área que se llama
“business innovation” (innovación en el negocio), en donde a través de redes se
están vendiendo servicios de autos compartidos.
¿Cuál es el objetivo de una automotriz?
Lo que más le conviene a una
automotriz es vender autos. Hoy se redefine y se confirma que esa no es nuestra
causa de existencia, sino que existe para darles una solución a los camioneros,
a los transportistas, en crear camiones como los que estamos produciendo con
tecnología inteligente, que cuando se va del camino, de la ruta, hay sensores
que te despiertan porque te estás durmiendo. El “eco-driver”, que es un sistema
que controlás que cuando tu auto frena no gasta combustible y parece que se
apaga, ya está en todos nuestros autos que vendemos en Argentina. Y no
solamente las emisiones se reducen sino que no gastás ese combustible. Nuestros
vehículos tienen sistemas de seguridad vial que son revolucionarios para aquellos que están manejando un auto, con sensores que tienen atrás y adelante
y que detectan cercanías con otros vehículos antes que la vista de una persona.
Eso es invertir en movilidad sustentable y eso es lo que hace Mercedes Benz.
¿Cómo surge el tema social en Mercedes Benz?
Surge hace un poco más de 60 años cuando llega a la Argentina Mercedes Benz
y se instala en Virrey del Pino, en la Matanza. Lo que hace es instalar un polo
educativo, en donde construye un edificio de capacidad de 2.500 alumnos y en un
costado pone su escuela técnica, totalmente gratuita, para los chicos de la
zona y en los edificios contiguos primaria y secundaria. Lo que se logra es mantener, aún después de 50 años, es esta modalidad
de escuela pública gratuita, donde se le subsidia a cada alumno el uniforme; el
comedor, que se utiliza el del centro industrial, en donde accede no solo para
alimentarse, sino para hacer sus prácticas profesionales en el último año.
Para cerrar, ¿por qué hablan de “pasión sustentable” en Mercedes Benz?
Trabajar en una automotriz es distinto que trabajar en otra cosa. Yo
hace 16 años que estoy y no me canso. Al hombre le gusta circular, le apasiona
el auto, el vehículo y fabricarlo te hace que los que integran la empresa sean
muy apasionados. Los que generan la sustentabilidad en una organización son los
que la integran y entonces dijimos “esa forma de abordar la sustentabilidad es
apasionada, porque nos apasiona donde trabajamos y porque este tema nos
incumbe: el medio ambiente, lo social”. Cuando le proponemos al empleado, al
socio-comercial, a todos los que nos acompañan en la cadena de valor
comprometerse con la sustentabilidad notamos que hay una pasión sustentable.
Definimos el infinito por ese compromiso con la marca, por el desafío de hacer
estos vehículos que no tiene fin.
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